La realidad es aburrida, por lo que nunca está de más desafiarla con un buen arte que además de retarte hará que apagues por un minuto tu lado racional.
Aunque de día seamos personas lógicas y pragmáticas, basta con cerrar nuestros ojos cada noche para entrar en las extrañas reflexiones de nuestro subconsciente, desatando de una manera ilusoria nuestros pensamientos más irracionales y nuestra personalidad más salvaje. Ya estando conscientes de esto, un gran número de artistas del siglo XX hizo todo lo posible para que el mundo onírico fuera parte de nuestra vida rutinaria.
Comenzando después de la Primera Guerra Mundial, el surrealismo surgió como uno de los movimientos artísticos más importantes del siglo, y aunque sea extraño considerar lo que dice de nuestra sociedad pasada, sigue siendo uno de los mayores puntos de reflexión para aquellos que desean desligarse de cualquier preocupación estética o moral.
Pero apartándonos un poco del movimiento artístico en sí, resulta totalmente atractivo explorar las ideas que este propone, fundamentalmente lo mucho que tiene que decir sobre la forma en que se manejan nuestros pensamientos cuando no estamos en control de ellos. Aunque suene algo descabellado, tiene buenas intenciones al señalar que muchas veces no es posible dictar nuestro pensamiento en base a conceptos que no quedan del todo claros.
Basándonos en esta filosofía, los resultados que obtenemos en el ámbito estético pueden llegar a explorar conceptos más allá de nuestra comprensión o ser simplemente obras sin sentido, y aunque el siglo pasado fue el mayor despliegue del movimiento, los avances tecnológicos nos dan una mirada de esperanza para lo que sea que depare el futuro de este arte.
La artista digital Sarah Deremer nos deleita en esta ocasión usando a la perfección las ideas surrealistas, mediante una serie de fotografías en blanco y negro que juntan animales y paisajes de una forma totalmente única para arrastrar tus ojos directo a un ambiente de reflexión.
A continuación se muestran once de ellas para que expandas tu mente y te prepares a ver las cosas dos veces.